lunes, agosto 15

Ferragosto


eran cinco y uno de ellos seguramente veneciano, o al menos, sabía remar con inestable dignidad.
era una noche increíble, de brisa caricia y sombras azules gracias a una luna llena exagerada.
para un turista parecían un grupo alegre de amigos navegando el canal grande (a cerveza limpia!) en una noche de agosto. Para los residentes, un grupo de  evidentes extranjeros que "tomaron prestada" una góndola pública  de algún traghetto, para darse el gusto de navegar el filo de la medianoche. En esos casos,  siempre hay alguien que llama a la policía para avisar...pero esta vez nadie lo hizo... posiblemente por solidaridad al que remaba sólo y con mucho esfuerzo...o por el cuidado previsor de una hilera de velas mínimas que cumplían las veces de luces reglamentarias...
yo los vi pasar desde un muelle y estoy segura que los superpoderes protectores en la larga hora de paseo clandestino fueron: la alegre impunidad de no esconderse y la entonación mas o menos afinada del canto en perfecto ingles:  "Strawberry feeeels for ever...."
Hoy lunes  de Ferragosto, nadie sabe cómo una góndola del traghetto amaneció correctamente amarrada en un canal insólito de otro barrio veneciano.

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