se sabe que estamos en tiempos de crisis. No hay presupuesto para fiestas y mucho menos si la ciudad tiene un gobierno de izquierda en un país de aplastante mayoría de derecha.
La Regata de este año se realizó en riguroso clima de austeridad. Y con gran sorpresa la fiesta resultó una de las mejores de los últimos años. Todo fue simple sentido común, música clásica, el tradicional cortejo histórico y las competencias de remo correspondientes. Una fiesta normal, sin bombardeos publicitarios y con un locutor lógico que simplemente relataba las carreras. Toda una bendición que nos liberó de las proclamas en nombre de la tradición, de los eternos arreglos dance del Rondo Veneciano y del uso políticamente explícito del evento.
Sé que mi comentario puede ser similar al de un veneciano ortodoxo, de ésos que pretenden el orden a todo costo y que creen que la tradición es un cadáver del pasado que se mantienen vivo a fuerza de prohibiciones. Pero obviamente tomo distancia de esta posición y simplemente reconozco que la fiesta del remo en un espacio único como el Canal Grande no necesita mucho más que la lógica organización y un poco de espíritu festivo. Simple sentido común, una extraña piedra preciosa en esta Italia que nos toca vivir.
Para los que quieran ver más: el sitio oficial www.veneziamarketingeventi.it.
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