en Venecia existen algunos lugares maravillosos donde la gastronomía se vuelve una caricia para el alma. Los responsables son verdaderos cocineros, tienen apodos populares y desde la mañana temprano es fácil encontrarlos por los rincones del mercado rastreando los mejores ingredientes que la temporada ofrece. Con miradas complacientes, pescadores, carniceros y verduleros les conceden sus naturales tesoros concientes de formar parte de un rito privado. Son lugares de apariencia modesta, una barra y pocas mesas, rincones minimos de gran dimensión, donde se improvisan recetas mezclando tradición y audacia, sugerencias y caprichos ...para los clientes de siempre. Para los turistas siempre se ofrece una variedad de "cichettis" en exposición, para ir eligiendo y señalando con el dedo. Para los locales la pregunta susurrada ... in quanti siete? (cuantos son?) único dato necesario para poner en marcha la mágica alquimia capaz de ofrecernos el mejor de los deleites. Tres los ingredientes fundamentales: materias primas óptimas , gastronomía italiana y la pasión profunda por el sabor y sus seguidores.
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